26 abr 2011

Análisis: Alan Wake






Alan Wake es un escritor de gran éxito pero que lleva ya demasiado tiempo sin publicar nada. Sufre el llamado bloqueo del escritor lo cual ha terminado influyendo en su carácter y en sus relaciones personales. Preocupados por la situación, su esposa Alice, una reputada fotógrafa, y su representante y mejor amigo Barry Wheeler deciden que sería buena idea para Alan pasar unas pequeñas vacaciones en un pueblito idílico del noroeste del estado de Washington, alejado del ruido y el caos de la gran manzana neoyorkina. Este pueblo es Bright Falls y aquí nada es lo que parece ser.

Pronto Alan descubre que la verdadera idea detrás de esta escapada es incitarle a escribir, quizás inspirado por el majestuoso paisaje que le rodea, pero se molesta al darse cuenta que esas eran las verdaderas motivaciones cuando él esperaba tan solo descansar y olvidarse completamente del trabajo. Mientras intenta calmarse al aire libre, justo cuando el sol se rinde a la noche, escucha los gritos de Alice. Ha habido un apagón en la cabaña donde se hospedan y Alice sufre desde siempre de nyctophobia, un miedo atroz a la oscuridad. Vuelve rápidamente sobre sus pasos solo para ver que Alice cae y se hunde en el fondo del lago, por lo que se lanza tras ella. Acto seguido despierta en un coche accidentado sin recordar bien que ha pasado ni como ha acabado en esa situación. Solo que es de noche, la oscuridad parece acechante ahí fuera y algo terrible ha pasado con Alice.

Así comienza la historia de Alan Wake, la última obra de Remedy, creadores de otro título mítico como fue Max Payne y que fue publicado hace poco menos de un año en exclusiva para Xbox 360. Con una trama inspirada en gran medida en las obras de Stephen King (escritor que citan incluso como influencia del mismo personaje), así como la estética y el estilo narrativo de David Lynch y en especial de su obra más conocida, la mítica serie de televisión de principios de los 90 Twin Peaks, han conseguido un guión adulto, un autentico thriller de acción psicológica a la altura de las circunstancias. Los personajes están muy trabajados, quizás algo tópicos pero que gozan de personalidad propia. Sobre todo el entrañable, Barry, representante de Wake y que sirve de contrapunto cómico (impagable verlo con su cuerpo rodeado de luces de navidad para protegerse de las sombras). Y lo más importante de todo, el argumento funciona y engancha desde un primer momento. Ya que la profesión de Alan es la de escritor casi podríamos decir que este juego engancha como solo los buenos libros hacen, esos que te obligan a pasar página tras página hasta conocer el desenlace del capítulo. En ese aspecto, la labor de los guionistas Sam Lake (conocido también por ser el rostro de Max Payne y que hace un pequeño cameo en el juego) y Mikko Rautalahti es de obligada mención. Además, la presentación de la trama es más propia de una serie de televisión norteamericana que de un videojuego, con capítulos bien delimitados, con su propio objetivo a alcanzar y con un comienzo del siguiente capítulo en que nos aparecerá un breve resumen de lo ya acontecido. Incluso el mismo final acaba en un cliffhanger, preparando sin duda una segunda parte que ya es de las más esperadas en la consola de Microsoft.

Alan Wake en un Survival Horror donde la premisa básica es la dualidad luz - oscuridad. Bright Falls está siendo azotada por las fuerzas de la penumbra y solo la luz puede enfrentarla. Para ello nuestro protagonista contara con todo un arsenal de linternas, reflectores, granadas de luz o bengalas que se irá encontrando a lo largo de la aventura, pero limitadas en su cantidad o batería restante, que se irá recuperando mientras no usemos la linterna a toda potencia. También podrá usar distintas armas para rematar a los enemigos, una vez que hayamos conseguido librarles de la protección que las sombras les confieren gracias al efecto de la luz que logra disiparlas. El arma más habitual será un revolver de seis balas pero también tendremos acceso a diferentes tipos de escopeta e incluso a un rifle de caza. En lo que respecta a la munición, si bien no abunda en exceso, si que suele ser suficiente a poco que uno sea más o menos preciso y no la derroche. Al final de cada capítulo suele ser habitual, por uno u otro motivo, empezar de nuevo sin todas las armas ni la munición recogida, teniendo que hacernos con ella de nuevo. Del mismo modo habrá diversas zonas con una marca especial solo visible con la linterna que nos guiara a una caja llena de bengalas o granadas luminosas para facilitarnos nuestra aventura.


La acción toma lugar por unos escenarios inmensos a explorar, donde cada rincón puede guardar sorpresas o peligros insospechados y en el que predominan los escenarios nocturnos. También hay partes en las que nos podremos hacer con diferentes vehículos para recorrer distancias más largas y cuyos faros también podremos utilizar como arma contra las sombras. Esta amplitud del terreno, mucho mayor que, por ejemplo, otros juegos como el último Resident Evil, quizás se entienda mejor si tenemos en cuenta que los chicos de Remedy planearon inicialmente Alan Wake como un sandbox. Si bien no ofrece la libertad de estos sí que nos la recuerda en más de un momento, ofreciendo en muchas ocasiones diferentes modos de llegar a un mismo punto, si bien es bastante lineal en algunos otros momentos.

Todo esto rodeado de una ambientación de lo más conseguida, con escenarios detallados que encajan a la perfección con lo esperado de un pueblo propio de la América profunda. Así, nos encontraremos con amplios y oscuros bosques, granjas, campings en plena naturaleza, moteles de carretera, gasolineras aisladas, chatarrerías, serrerías o la típica oficina del Sheriff, además de una vegetación exuberante, tan bella de día como tenebrosa de noche. Además, los diferentes carteles y radios nos pondrán al día de la historia y el día a día de la localidad. Incluso han recreado un programa, quizás inspirado en los conocidos “En los Limites de la Realidad” o “Cuentos Asombrosos”, en los que en cada emisión recrean una nueva historia de suspense y terror y que podremos ver desde los diferentes televisores que nos encontremos. Este programa es “Night Springs” ó “Cuando la Noche se Levanta”. También podremos recoger diversas páginas del manuscrito que Alan irá escribiendo con la aventura y en el que se nos detallan de manera narrativa los acontecimientos que van sucediendo, y numerosos termos de café, escondidos en lugares recónditos. Todo esto nos servirá para conseguir varios logros, como es habitual.

Los enemigos también encajan a las mil maravillas con la ambientación. Son en su mayoría personas que han caído en la desgracia de ser poseídas por la sombra y se interpondrán en nuestro camino. Desde leñadores bien armados con su motosierra, obreros y campesinos hasta bomberos y oficinistas, pasando por algunos personajes secundarios que también se ven envueltos por el poder oscuro. También bandadas de cuervos que se lanzaran contra nosotros e incluso objetos inanimados, controlados por las fuerzas del mal, que nos pondrán en más de un aprieto, empezando por objetos simples como bidones a otros más complejos como tractores y maquinaria de construcción.


Sobre la dificultad decir que no resulta demasiado difícil en el homónimo modo de dificultad que es en el que lo he jugado. Para empezar, ni siquiera hay un modo fácil como opción sino que el mínimo es el normal por lo que este será el más sencillo. Al terminarlo se desbloquea la dificultad pesadilla que no he podido probar pero que supongo nos apretará aún más las tuercas. Hay que mencionar que los puntos de control son abundantes, normalmente con cada farola o foco de luz, que nos protegerá de las sombras y nos curará. La duración tampoco es muy larga, pudiendo completar el juego en unas diez horas, explorando con tranquilidad todo lo que el juego nos ofrece.

En el apartado técnico resaltan claramente sus virtudes, con unos paisajes preciosistas, escenas bucólicas al atardecer en unas montañas genialmente recreadas, escenarios tétricos y oscuros que nos llenan de inquietud y, el aspecto que más destaca de este Alan Wake, un fenomenal uso de la luz como es difícil de encontrar en cualquier otro título. Lo bien que responden las sombras de los objetos al pasarles por encima la luz de la linterna, la claridad del foco y la ráfaga lumínica o lo bien que responde sobre el escenario y los diferentes enemigos hacen de la iluminación el punto más fuerte del juego y el elemento que le permite distinguirse de otras obras. Por el contrario, las animaciones faciales, aún siendo más que correctas, quedan lejos de títulos como Heavy Rain o el próximo L.A. Noire, por lo que se ha mostrado en sus trailers. Y es que falta un poco más de trabajo en este aspecto para redondear la expresión de unos personajes tan bien trabajados y con un trasfondo de lo más interesante.



El aspecto sonoro raya también a gran altura, con unos efectos de sonido que resultan de lo más inmersivos, sobre todo si se dispone de un equipo de sonido 5.1 con el que poder disfrutarlo. El doblaje al español es muy bueno: Lorenzo Beteta, habitual doblador del personaje de Jack en Perdidos o Mulder en Expediente X, se encarga del rol del protagonista, Alan Wake y Salvador Aldeguer, recordado por el doblaje del entrañable Murdock en El Equipo A, pone voz a Barry Wheeler. Señalar que el juego no ofrece un selector de idioma que nos permita disfrutar del doblaje original, aspecto que en los tiempos que corren me parece digno de tener en cuenta ya que no costaría nada ofrecerlo y sería muy de agradecer. La banda sonora es soberbia, destacando los temas que suenan como ending de cada episodio, con artistas como David Bowie o Nick Cave and the Bad Seeds, que sirven para poner un colofón a la experiencia.

Remedy ha vuelto a conseguir un juego redondo. Sin dejar nada al azar y cuidando con mimo hasta el más último detalle, con un soberbio aspecto técnico y un magnifico uso de la luz, nos ofrecen una intensa aventura donde verdaderamente realidad y ficción se confunden hasta un punto insospechado en una historia que nos absorbe, atrapa y nos hace desear profundizar más y más en la trama hasta completarla. Como los grandes libros, Alan Wake se disfruta de principio a fin. Esperamos ansiosos una segunda parte que a buen seguro no tardará en anunciarse.




2 comentarios:

  1. Genial análisis de debut, Andriy :)

    La verdad es que tras leerlo me han entrado ganas de jugarlo! No se, me da la impresion de que el juego explora lugares del insconsciente de uno que no alcanzabamos desde los Resident Evil de PlayStation.

    Pero mi gozo en un pozo, no tengo Xbox 360, asi que me conformare con que un dia de éstos me lo enseñes en profundidad jejeje.

    Un saludo y enhorabuena por tu primer trabajo; si esta es la calidad del debut no quiero pensar cuando estés con "más partidos"!!!

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  2. Cuando quieras te lo enseño y le echamos unas horas. Lo cierto es que me ha encantado. No como lo hizo Heavy Rain en su día (aunque en verdad no tengan mucho que ver) pero tampoco se ha quedado tan lejos como pensaba.

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